miércoles, 14 de diciembre de 2011

3. Kurt Cobain

Grandma take me home, I want to be alone


Muy pocos de entre quienes vivieron el rock de los 90`s lograron resistirse al magnetismo de Kurt Cobain, ese glorioso miembro del llamado club de los 27

Kurt Cobain
Kurt Cobain
El furor por Nirvana me sorprendió en los primeros años de la adolescencia una tarde luego de algún concierto en el Carlos Vieco. No alcanzo a recordar si el grupo que estaba tocando era la Pestilencia. Tal vez sí, venían de Bogotá en todo caso, pero no sé. Muy cerca del escenario  se sacudían una infinidad de brazos y cabezas  con el pogo. Subí hasta el último lugar de las gradas, donde se hacía la gente misteriosa y con cara de interesante. Mi intensión  en realidad era  ponerme a salvo: aún no llegaba mi tiempo para participar en esas faenas. 

La canción terminó y el pogo se fue disolviendo lentamente, de él vi salir a Nico. Era la segunda vez que lo veía en varios años, desde que terminamos la primaria. Había regresado al país quince días antes. Le hice señas con la mano. Él subió  en dos zancadas y se sentó a mi lado. Chimba de pogo, dijo. La banda reinició el toque. Nosotros nos quedamos hablando, por eso éramos amigos: nos gustaba hablar. Me contó cosas de los toques en el sitio donde había vivido todo este tiempo. Eso allá es brutal viejo. Y los bares brutales. Yo me lo imaginé en esos sitios y envidié su suerte, pero ahora que lo pienso a él seguramente no lo habían dejado entrar a ningún bar, era casi un niño aún. Había vivido en Seattle. A mí, como creo que a mucha  gente, ese lugar no me decía nada y me parecía muy triste irse a vivir a los Estados Unidos a un sitio que no fuera Nueva York…. Antes de despedirnos esa tarde de 1990 sacó de su mochila un cassete y me lo entregó. Oiga esto y me cuenta, una chimba ¿Usté ha escuchado a The Pixies? Le dije que sí. Él mismo me había enviado una cinta. Estos manes son más chimbas que The Pixies. En la etiqueta del cassete Nico había escrito con marcador Nirvana, ese era el nombre del grupo y a mi me pareció un poquito cursi. El trabajo se llamaba  Bleach.

Llegué a mi casa y escuché el cassete. No me disgustó en absoluto, me recordó a los Ramones. Pero aunque  este era un sonido más crudo, Sliver, la canción que más me gustó,   era de tal dulzura que  parecía compuesta por los Beatles: mom and dad went to a show… Lo que más me impactó fue la fuerza del vocal, Kurt Cobain. Fue el principio de un gran amor musical (muy predecible y todo, pero un gran amor) Mucho tiempo después, algún día de 1994, luego de haber aprendido a idolatrar Incesticide, In Utero  y el Unplugged oí  que Cobain se había volado la cabeza con una escopeta… En principio me pareció de mal gusto: en ocasiones morir así es la peor forma de esnobismo...

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