lunes, 25 de abril de 2011

Sucker Punch, de Zack Snaider



El sábado no tenía mucho qué hacer. Abrí el periódico y miré la cartelera de cine. No había casi nada decente, pero en un rincón de la página estaba la última película de Zack Snaider Sucker Punch. Pensé que el director de 300, Sin City y Watchmen bien merecía una oportunidad. Así que me bañé y me fui para cine en medio de un aguacero incipiente. Sin embargo decidí pasar por la librería primero, tenía ansiedad de leer “Expiación”, la novela de Ian McIwan. Cuando salí de la librería ya había escampado así que me fui caminado tranquilo. Justo cuando doblé por la 65 comenzó el aguacero nuevamente. Yo seguí mi camino sin ningún sobresalto. El agua caía a plomo, la calle estaba desierta. Llegando a la estación del Metro un tipo me alcanzó y caminó a mi lado. Pura cara de atracador.




Yo seguí caminado lentamente. Al cabo de unos segundos llegó otro tipo…El resto es una historia vieja: me mostraron un cuchillo, me robaron el celular y la plata que llevaba en el bolsillo. ¿Qué más tenés, pirobo? Nada. A ver, a ver. Por un instante creí que me pedirían el libro. Me esculcaron la billetera, pero no, el libro ni lo miraron. Ahora devolvete, pirobo. ¡Ah, no! yo voy para Carrefour. ¡Que te devolvás! Me iban hacer llegar tarde a cine… Me devolví…Di la vuelta a la manzana bajo el aguacero cada vez más fuerte… y llegué… diez minutos tarde y empapado, pero llegué. Me perdí los avances además, cosa que me molesta… pero llegué.




Luego de tantas adversidades yo hubiera esperado que el destino me deparara una buena película. Me acomodé muy adelante como de costumbre, me sequé un poco y… A los veinte minutos sin embargo ya me quería ir…




Vamos a resumir: Sucker Punch no cuenta nada. Es la historia de una jovencita encerrada en un internado que mientras baila se conecta con un mundo de fantasía paralelo donde junto con unas cuantas amigas cumple ciertas misiones: recuperar esto, arrestar a aquel, matar al otro… el director, y las actrices aparecen en entrevistas explicando que la película trata sobre la amistad y la superación personal…pura bulla. Un intento de hacer plata explotando la estética y la narrativa de los videojuegos tan en boga por estas épocas. Vale aclarar que los videojuegos suelen ser entretenidos por que participamos en ellos. En Sucker Punch a uno no le queda más remedio que esperar una y otra vez, y cada vez con más tedio, a que las niñas partan a una nueva misión para ver el despliegue de efectos especiales generados por computador. Porque no cabe duda de que un porcentaje muy alto del film debió ser grabado delante de una pantalla verde…pero no es más… o mejor, tal vez si haya algo más: las actrices son niñas bonitas y cada una de ellas, en sus vestiditos diminutos en los cuales apenas queda espacio para los senos enormes, encarna algún antiguo cliché de las fantasías sexuales masculinas más comunes. Una es la enfermera, la otra es la colegiala, la otra es…yo qué sé, ahora ni me acuerdo… Por momentos uno tiene la impresión de que en ese internado de un momento a otro se va a armar una orgia…Pero claro, es obvio que al director no le alcanza la imaginación para tanto…

En sus anteriores trabajos Snaider nos había ilusionado con una posible visón original e interesante del mundo a través de el universo del comic. 300, esa historia del primer gran momento de la vieja lucha de occidente contra en mundo árabe, llegó justo en uno de los momentos más azarosos de la guerra de Bush contra Irak. Sin City, fue una parodia de nuestra sociedad y sus peores lacras. Watchmen, con todos sus desaciertos, le reveló al público a Rorzachk, un personaje fascinante… Sucker Punch es una aspaviento de de efectos, faldas cortas, pechugas sudorosas y labios carnosos…

No sé como soporté la hora y media que duró este adefesio. Cuando salí estaba lloviendo otra vez.